La apropiación de la calle y el espacio público en el contexto del Estallido Social (Chile: 18 Octubre 2019), ha sido el escenario de las protestas y la mejor expresión de la sociedad chilena en conjunto.

La calle como espacio compartido se ha ido construyendo como un nuevo lugar de encuentro, de conversación, de bailes, de barricadas, de trincheras, de comercio, de “multi-todo” al cubo… y también de libro abierto. La fachada callejera como soporte, ha conformado las páginas de este libro donde las demandas, hitos, dichos, personajes, noticias, códigos, entre otros, se han dibujado en los muros fijando mensajes casi como memorándum o bitácora de la contingencia que acompaña el tránsito de los ciudadanos día a día. Sin embargo, las murallas no dan abasto ampliando el soporte de las fachadas, hacia paraderos, veredas, rejas e incluso el mismo suelo quien hoy forma parte de este único material gráfico que refleja el imaginario local del periodo histórico que Chile está experimentado. La creatividad, elocuencia, humor y violencia ha despertando en las personas y es reflejo de toda el malestar cargado por tantos años de constantes vulneraciones a los ciudadanos.

Este proyecto busca levantar el material vivo de la calle principal de las manifestaciones - La Alameda- exponiéndolo como obra en sí misma y los invitados son sólo notas al pie de este gran texto que se escribe día a día y forma parte del espacio público donde se construye colectivamente la sociedad: la calle.

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En el siguiente link podrán hacer su propio recorrido por este material vivo que es la calle.

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www.laciudadcomotexto.cl

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El montaje de la fachada contigua invita a hacer un recorrido por estos 2,4 kilómetros de calle que han sido protagonistas de las manifestaciones desde que ocurrió el Estallido en nuestro país. El registro va desde la calle Seminario a La Moneda por la vereda sur, principalmente porque ésta es la vereda que se enfrenta el Palacio de Gobierno y hacia donde las demandan se dirigen.

También es un paseo por el registro de archivo del día Nº36 de manifestación social, ya que ni el día 35 ni el 37 contienen la misma información y tampoco los subsiguientes.

A raíz de los múltiples intentos por borrar los textos de los muros, es que se propone también reflexionar acerca de la importancia del registro sobre todo en el espacio público.

El proyecto autogestionado cuenta con una versión digital y de igual forma, un montaje en físico que tiene una extensión de casi 10 metros de extensión por 10 cm de alto. Se utilizaron fotografías impresas en 10x15 cm.

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